The Ghosts of Berlin.
Confronting German History in the Urban Landscape
(ISBN: 9780226467627)
Ladd Brian
“Gosht of Berlin” es uno de esos pocos libros en los que el urbanismo, en forma de paisaje urbano, tiene un papel destacado, hasta el punto de ser el protagonista. El autor explica urbanismo, la construcción de la ciudad, se explica como reflejo directo de la sociedad que la habita. Está claro que Berlín es el mejor lugar para tratar tan apasionante asunto. Y lo es porque, en los dos últimos siglos la ciudad ha sido habitada por, al menos, cinco sociedades, culturas si se quiere, que más que diferentes han sido antagónicas entre sí. De la ciudad militarizada a la de los squaters hay toda una variedad de gentes, ideas y modos de entender la vida (y la muerte) .
Se puede decir que esto ha sucedido en muchas ciudades, que todas han cambiado en las últimas décadas si, pero… ¿en cuantas han convivido dos sociedades contrapuestas separadas por un muro?. Y más aún, cuántas han mantenido un enfrentamiento urbanístico, una verdadera competición tratando de extpresar sus grandezas a uno y otro lado de tan humillante valla?. Hay que recordar aquí que, a diferencia de otros muros contemporáneos, construidos para impedir la entrada de personas, éste se construyó para evitar que la gente saliera. Como en las cárceles.
Las avenidas que expresaron la grandeza de Prusia, que conviertieron el “gran cuartel” en la capital de un Imperio, dejaron una traza poderosa, pero no lo bastante como para sobrevivir incólume a sus sucesores. La ciudad descocada de la República de Wimar se convirtió en algo asi como un ensayo de “metrópolis” a lo largo de la década nazi, dejando algunos espacios cargados de macabro simbolismo, en particular, el cuartel general de la Gestapo. Ni siquiera los incesantes bombardeos de la aviación inglesa y americana, que dejaron caer sobre la ciudad toneladas de bombas durante cuatro años pudieron borrar la ciudad del mapa. Ni la ocupación soviética, compartida después, que llevó a la ciudad, cosas del destino, a ser la capital de la libertad.
Pero lo realmente relevante del libro es la importancia que da a los espacios por su valor simbólico. Al fin y al cabo, los símbolos son tanto o más importantes que la realidad física de los espacios, especialmente en un espacio tan disputado. Y en este campo, Berlín difícilmente puede ser comparada con ninguna otra ciudad.
Sin embargo, el libro pierde interés por el distanciamiento con el que su autor trata los asuntos, incluso los más peliagudos. Esta actitud es muy típica de un extranjero cuando explica una relidad que, aunque no lo reconozca, le es ajena. Yen realidad, parece pretender que le siga siendo ajena… aunque en mi opinión no lo consigue del todo, porque transpira verdadera pasión por las calles (más aún por las plazas) de la ciudad.
Podemos aprender muchas cosas sobre ciudad y patrimonio leyendo a Brian.