Como en un antiguo cuento oriental, la arquitectura de diseño con las calles vacías es sin duda una hermosa metáfora:
“Mira lo que puedo hacer”, dice el arquitecto “Una ciudad perfecta en la que las calles sean salas de un museo, en el que las casas sean escaparates de las mas exclusivas boutiques. Una ciudad pensada para ser vendida como la mas rara joya del bazar”.
“Mira lo que me importan tus creaciones, hábil artista”, responde el ciudadano, y sigue a lo suyo por calles de otra ciudad, no muy lejana, tal vez congestionada y sucia, con gentes y casa vulgares pero, piensa el, mas hecha a su medida.
Será por que él, en el fondo, tal vez no se siente demasiado “exclusivo”
Esta ciudad, escaparate de la arquitectura de hoy, se ¿levanta? en Mongolia Interior, y es una metáfora perfecta del tiempo que nos ha tocado vivir, donde todo todo parece posible, aunque carezca de cualquier lógica: “Si puedo pagarla, puedo crearla”. Esta Sant Petersburg sin Rusia crece no en un pantano, como solían antaño las ciudades nuevas, si no en los límites del desierto y, como no podía ser de otra forma, sobre una base patrimonial reinventada.
Porque su condición de metáfora se la da también, o sobre todo, el nombre. Y es que, esta era nuestra de la supertecnologia, lo es también de la numerologia y la cábala de todo a cien. Parecen ser muchos los que vuelven a creer que los nombres dan fuerza a las cosas nombradas, y por ello la ciudad lleva el nombre de la provincia, Ordos, que es el termino mongol para la yurtas en las que habitó Genhis Kham, y que se puede traducir por “palacios”. Esa imagen de Genghis, reciclada por la moderna mitología china que lo convierte en un “héroe chino” (y no mongol) ha sido el motor de una multimillonaria inversión.
De hecho, en las proximidades de Ordos se halla el Mausoleo de Geghis Kham, que no es ni pretende ser una tumba, si no sólo un templo o bien un memorial, según las creencias. En el lugar se fijaron en tiempos lejanos algunos “ordos” itinerantes y, con el tiempo, creció un templo que albergaba algunas reliquias auténticas del Gran Khan. Destruido por los comunistas durantes la revolucion cultural, fue reconstruido en los años 50, ya sin reliquias. El edificio, rememora unas yurtas mongolas, y se sitúa al final de una monumental avenida que, ciertamente, muestra bastante más sensibilidad urbanística que la propia ciudad.
No muy lejos, al Sur de Ordos y ya fuera de Mongolia, se levanta la ciudad historica de Yulin, que alberga un interesante patrimonio, como sus murallas.
Ahora que se celebra el 50 aniversario de Brasilia, no deja de ser curioso ver las similitudes. En particular, el hecho de que Brasilia, o mejor dicho su incipiente area metropolitana, tiene unos 3 Millones de habitantes, de los cuales sólo una quinta parte habita en la privilegiada ciudad. Inmediata a Ordos se levanta una ciudad habitada básicamente por chinos de la etnia Han, previsiblemente, trabajadores en la inmensa obra y en los muchos servicios que está ciudad, algún día, se supone, ofrecerá.
Por cierto, hay que tener en cuanta que el vídeo (Nota: el vídeo y ano está disponible en 2020, por ello se han incluido una nueva imagen) procede de una emisora que no tiene muchas simpatías por el régimen chino, debido al conflicto que este mantiene en la provincia de Xinquiang-Uigur, de mayoría musulmana.