El IV Taller de planeamiento en Espacios Patrimoniales ha sido diferente a los anteriores, ya que en lugar de dedicarse a un espacio concreto se ha reflexionado sobre un problema, el Despoblamiento Rural, y el papel que el Patrimonio puede tener para atemperarlo, si es que tiene alguno.
El Taller se ha desarrollado entre el 20 y el 22 de septiembre de 2013 en San Cebrián de Muda (Palencia), un municipio que ha resultado en extremo adecuado para el desarrollo del tema, ya que en él, a pesar de su exigua demografía, se han dado en los últimos años un buen número de iniciativas,en diferentes ámbitos patrimoniales, entre las que destacan la reserva de bisonte europeo, la reconversión de una estructura minera en observatorio astronómico y otras. Nos alojamos en el albergue de San Cebrián, la antigua rectoría restaurada con gusto y sin excesos. Un lugar realmente agradable
El taller se inició con la sesión de astronomía popular en los antiguos silos de carbón.
El sábado por la mañana, tuvimos las sesiones teóricas sobre la cuestión del despoblamiento y las iniciativas, en las que participó el actual alcalde San Cebrián, Jesús González.
A continuación visitamos las instalaciones mineras del pozo “El Socavón”, abierto hacia mitad del siglo XX y después, en automóvil, nos desplazamos a Guardo, la capital minera de Palencia. El objetivo era la magnífica casa de comidas “Los Candiles”, un local fuera del tiempo que ha optado por conservar las esencias de la comida ferroviaria. Allí disfrutamos de las explicaciones de Vicente de los Ríos sobre sobre lo que el ferrocarril de La Robla representó para la comarca, y también de una magnífica olla ferroviaria.
El tren llegó con retraso (un hecho patrimonial en nuestros ferrocarriles?) y nos llevó plácidamente por el límite de dos mundos, la meseta de clima mediterráneo y las montañas donde se inicia el Cantábrico. las explicaciones del historiador Fernando Cuevas nos amenizaron un trayecto que se hizo corto hasta Salinas de Pisuerga. A lo largo de la vía ambos expertos nos detallaron las antiguas conexiones con los diversos ferrocarriles mineros que se internaban en los valles.
Desde la estación de Salinas hasta Mudá y San Ciprián, fuimos a pie por la antigua línea ferroviaria, una de las pocas que se conservan, y por la que circulan los curiosos ciclo-raíles. aunque las traviesas están en bastante mal estado.
A última hora, la imprescindible visita a los bisontes, tan controvertida como imprescindible, y ya “solo” quedaba reunirse para elaborar las conclusiones, las más complejas, sin duda, que hayamos desarrollado hasta ahora, pero esperemos que también las más útiles.
Las encontraréis aquí