El Taller se inició, como suele ser, con una mesa redonda en el Complejo Cultural “As Quintas” de La Caridad, en la que participaron representantes de diversos estamentos interesados en Viavélez como el Ayuntamiento, los promotores de la declaración de BIC para el puerto, la Consejería de Cultura del Principado y asociaciones que plantean una cierta transformación del puerto. Además del interés general que el puerto suscita, la conclusión fue que por una parte se considera necesario crear una figura de protección para el puerto, actualmente excluido del PERI de Viavélez, mientras que por otra se considera que esa protección supondría un obstáculo importante para el desarrollo económico, al limitar o prohibir futuras actuaciones. Se trata, por tanto, de un caso prototípico de confrontación aparente (o no tanto) entre conservación y evolución.
En cualquier caso, la posible declaración del espacio portuario como BIC quedó en el centro de la cuestión, por el momento.
El sábado a primera hora, y con tiempo húmedo, se realizó un visita muy completa por las instalaciones del puerto, guiada por Toti, de la asociación de vecinos Santo Ángel que es también la autora de un interesante “paseo por la memoria” vía smartphone, que recoge voces e historias.
El histórico muelle de Gudín, con el “añadido” de la caseta Marpol y a la derecha el morrón “El Asno”, el elemento con mayor carga simbólica de todo el ámbito, utilizado en su día para la maniobra de “La Toa” o remolque manual de los veleros que, obviamente, no podían maniobrar por si solos en aguas tan restringidas.
Lo cierto es que el espacio portuario mantiene una relación armónica con el entorno, fruto de una prolongada convivencia. Los elementos discordantes son de poca entidad y están muy localizados, con alguna salvedad… De hecho, es muy notable notable la resilencia de éste espacio frente a las presiones externas, en particular el área del río Salgueiro, y en la rada de las Salseiras, y también en la mayor parte de los muelles.
A continuación se inició el trabajo de gabinete, con una exposición metodológica sobre lo que es un “Puerto patrimonial” y la importancia de su traspaís, realizada en la “Escuela de Niñas”.Ya por la tarde, llegó la hora de trabajar… poniendo blanco sobre negro toda la información que se había recogido, incluyendo una serie de encuestas que buscaban “extraer información de los locales”, más que recoger opiniones.
Por la noche pudimos degustar el pulpo del país, que recientemente ha conseguido la certificación de pesca sostenible del Marine Stewardship Council, lo cual supone de facto un reconocimiento a la eficacia, a largo plazo, de los sistemas tradicionales de pesca que son, a su vez, un evidente recurso patrimonial fácil de asociar con el puerto.
El domingo a primera se reanudaron las discusiones (nunca mejor dicho) sobre la protección, su necesidad y alcance, llegándose a la conclusión de que además del BIC, existían figuras más versátiles y adecuadas a un entorno complejo como éste sobre cuya protección no hay muchos antecedentes.Sería el caso del Conjunto Patrimonial. La división del ámbito en pequeñas unidades de proyecto ayudó a la comprensión de su complejidad.
Una calle de la localidad. Actualmente existe un Plan Especial de Reforma Interior que protege éste interesante asentamiento.
Por último llego la hora de presentar alas conclusiones, de nuevo en As Quintas y también ésta vez retransmitido en streaming para salvaguardar la transparencia de nuestra actuación. En nuestro canal ustream es posible reproducir, aunque sólo en audio, diversas intervenciones tanto del viernes como del domingo.
El taller se ha mostrado, una vez más, como una excelente herramienta de participación ciudadana en el planeamiento de espacio patrimoniales. En la imagen vecinos y “planners” en As Quintas al final de la jornada.
Como en los talleres anteriores, se ha elaborado un documento que incluye todos los trabajos desarrollado, que se entregará a la entidad promotora. Nuestro agradecimiento a la Asociación de Vecinos Santo Angel de Viavélez por su cálida acogida y sobre todo, por el interés que ponen en preservar tan singular espacio.
Ya me entraron ganas de visitar Viavélez pero esta vez empleando el “paseo por la memoria”.
Con esas ganas y empeño acabaréis consiguiendo vuestro propósito.