Si nos pidieran que dibujáramos cómo podría ser un barrio industrial reconvertido a “residencial modélico”, probablemente nuestros dibujos no serían muy diferentes. Naves de ladrillo reconvertidas en apartamentos, talleres que albergan tiendas y cafés y sobre todo, el silencio que sustituye al ruido industrial.

Aunque parece que se han dado muchos intentos en el mundo post-industrial, sólo putualmente se han conseguido resultados que se puedan considerar interesantes desde el punto de vista patrimonial. Entre estos, el distrito de Haga (Gotebrog, Suecia) ae parece al “final del camino”. Éste barrio fue el primer asentamiento extramuros de la ciudad histórica, protegida con un notable foso que hoy salvan numerosos puentes. Fue también uno de los priemeros barrios puramente obreros de Suecia, y llegó a tener 15.000 habitantes hacia 1920. img_20160607_182238883_hdr

Vista de la calle central del barrio, Haga Nygata (fuente UeA)

Posteriormente, y como es freucante es los barrios obreros llegó a degradarse bastante, e incluso cogió mala fama y se fue despoblando. Las industrias cambiaron de localización y algunas estaban en total abandono ya en la década de los 60′, cuando las autoridades decidieron actuar. Sin embargo, las propuestas, como es también habitual, pasaban por derruir los edificios y construir otros nuevos de “estilo contemporáneo”. Pero el barrio no había muerto aun, y una asociacón local se organizó para que no perdiera su “sentido del lugar” tan característico, que lo hacía diferente a cualquier otro barrio gotemburgués.

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El barrio de Haga cuando era ya plenamente industrial, en el mapa de Simons de 1888

Se propuso conservar los edificios de madera y en caso de que fuera necesario derribar algunos, reconstruirlos con su estilo original. También se trabajó en la reconversión de edificios industriales en residenciales.

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Una de las promociones de la  fundación Robert Dicksons sobre una antigua fábrica. Dedicada a la promoción de la vivienda obrera y constituida en 1860, es una de las más antiguas de Suecia.

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Una de las industrias recicladas con esmero. Fuente UeA

En la actualidad el barrio la habita menos de una tercera parte del máximo histórico de habitantes, algo más de 4.000, pero por el contrario

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Tal vez el ejemplo más interesante de nave industrial convertida en apartamentos. Fuente  UeA

Muy recientemente, la construcción de nuevos áticos sobre los edificios de dos plantas, en genaral invisibles desde la calle, ha permitido aumentar muy levemente la densidad del barrio sin afectar a su aspecto. por supuesto, son caros… Es lo que tiene la gentryficación, a menudo tratada con desdén sin un motivo claro. El reciclaje nunca es barato en términos monetarios.  Y éste hecho, el nuevo “sentido del lugar” del barrio, tan distante del de sus orígenes, ha hecho de la imagen de Haga objeto de diversas y en ocasiones interesantes  polémicas. Un buen ejemplo es el trabajo dedicado al barrio por la profesora Ingrid Martins en el trabaja las diversa imágenes que ha tenido el barrio, desde lo “prescindible” en las guías de finales del XIX al espacio propicio para las “escapadas” de lars revistas de aereolíneas actuales.

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En cualquier caso, el barrio merece no una, sino unas cuantas visitas…